jueves, 15 de julio de 2010

Temor a encordecer...

Me Permito republicar una entrada vieja, que no por eso deja de ser actual.
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Mirar el vuelo del ave que me pasa por encima, oler esa pequeña piña que me regalaron en el bosque de Cariló y transportarme al medio de un ocuro lugar que solo tiene pinos y su pinocha, y ese Laurel. Cerrar los ojos y dejar de ver las computadoras que me rodean, con la música en mis oidos, y dejarme volar...
"Temor a encordecer o a encordar" me dijiste... de verdad. Te dije que te iba a robar la frase porque me parecía que reflejaba algo que me caracterizaba. Temor a salir a la calle y no ver más állá, temor a temer lo que van a pensar, temor a dejar de ser como quiero para empezar a ser como debo, temor a dejar de fugarme a cada momento mentalmente, o fisicamente, con menor frecuencia, porque no está bien, porque es peligroso, porque "te va a ir mal". Y al final te quedan actitudes razonables, te queda pensar que ese deseo, ese mismo que te acompaña desde chica, desde siempre, el de vivir en otro lugar, valerte por vos misma, no necesitar de nadie, ser vos y ese lugar, y esa gente que allá esté, pensar que es difícil, que aún no podés. o no debés. Y cada vez cuesta más volver, cada vez que vas, cuando empezás a volver, lo pensás una y mil veces. ¿Por qué no me estoy quedando? y otra vez acá, y tener que cerrar los ojos para estar allá. y ¿Hasta cuándo? No sé si habré nacido en el lugar equivocado, o justo por eso quiero irme allá. Y si mal no recuerdo alguien me dijo "recuerda que nadie espera odio en tus ojos princesa", pero me enojo porque las cosas no son como quisiera, levantar la valija, subrime al auto e irme, y volver para visitar, y ser allá, convertirme en ese bosque, donde la soledad me sienta mejor, donde la libertad me da mejores alas, donde el mar es mi escape y el bosque mi mejor refugio. Donde me maravillo ante los colores de los hongos, la vida de las hojas, el poder de un arbol, y el infinito ruido que puede hacer una, una sola piña cayendo.
No sé, quizá sea dejar de estar tan cerca de esa línea que divide lo bueno de volaaaaar, en todo sentido, de lo demás, de lo que al final te hace verte viejo, y preguntar de que manera "disfrutaste" tu vida. Quizá es solo decidirse

1 comentario:

Pablo dijo...

Quizas sea sólo eso... animarse a dar el paso!

A mi me da esa sensación con cualquier lugar que no sea Bs As! Hasta en las ciudades!

Que buena frase te dijeron... recuerdo esa letra! ja!