viernes, 2 de julio de 2010

Errores

Hay veces que me detengo a observar como gira el mundo mientras estoy subida a él. A veces me voy también, me elevo y sigo mirando como gira cuando no estoy, cuando siento que con un simple error de cálculos, no habría de volver jamás. Estoy tan dentro y tan fuera que no termino de encontrarme. Estoy tan segura y tan perdida que estoy al borde de la razón. El mismo temor a encordecer del que hablaba antes. Quiero salir a la vida, porque este encierro no puede ser más que la antesala de la muerte. La vida misma no es esto, o sí, pero de otra manera. Quiero caminar con los pies afirmados a mi verosimilitud, sin que eso signifique veracidad, ni realidad. Los momentos en los cuales puedo despegar son los más cercanos a mí misma, a mi esencia. Y no hay nadie en ellos, si es que no despegué tomada de las manos o enroscada en la mente de alguien más que se anima a despegar conmigo, que tiene la maravillosa capacidad. Somos pocos guerreros de la luz, pero cuánto alumbra un solo fósforo en una habitación a oscuras. ¿Para qué luchar contra lo irreverente? ¿Para qué tratar de que comprendan esto, si nunca lo vivieron? ¿Por qué perseguir el popularismo ridículo de mostrarse diferente? Si queremos ser diferentes, o si nos sentimos de esa manera, mantenete en tu diferencia sin hacer un altar de ella, eso ya dejó de ser diferente. Y todo es diferente, siempre, todo. La cuerda que salto gira a velocidades incontrolables, irrefrenables, los pies no me dan casi para mantenerme al ritmo, siento que me voy a caer, tropezar en cualquier momento. Un solo error de milésimas de segundo, y sé que caigo, se que no puedo seguir, se que me detengo, que sería el golpe fuerte que terminaría por quebrar mis huesos, y dejarlos hechos añicos, sólo una milésima y no habría de volver jamás.

1 comentario:

Pablo dijo...

Muuuuy bueno Gi!

Cuantos temas tocaste, creo que cada uno merece un post en particular! Casi como si este fuera sólo un sumario de los temas que pueden venir!

Beso