miércoles, 5 de septiembre de 2007

rosa negra

Dejo caer la rosa negra de mis manos, y al mismo tiempo que cae, veo brotar las gotas de sangre, roja, tan roja que al caer sobre sus pétalos la tiñe, y ese degradé que forman los dos colores es aún más tétrico que el negro solo de su naturaleza. Sus espinas se clavaron en mi piel hiriéndola, tal como su color hirió mis sentidos, y mi espíritu. Camino por ese pasaje sin color, y es un paso recto, no se bifurca, no hay opción de desviarse, ni de volver atrás, no se puede volver atrás. hay que enfrentar ese camino... hay que seguir hasta el final... no puedo alejarme de mi destino, yo lo hice ser así, soy yo quien debe enfrentarlo, por mucho que me cueste, por más que me duela, el rastro de mi sangre en la nieve, gabo, me desangre por la espina de la rosa, no queda ya nada de mi, morí por esa rosa, esa rosa negra... esa maldita rosa.

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