lunes, 20 de agosto de 2007

Hace frío, todavía hace mucho frío y no se pasa. Y el frío se mete en mis huesos, se mete en mi piel, y la congela por dentro. Y todo lo que está congelado está duro, y si se mueve se quiebra, se rompe, y no sirve más. El frío no solo envuelve mi cuerpo, sino que envuelve todo lo que me conforma, y lo que me rodea. El aire se vuelve minúsculas particulas de hielo que caen al piso y forman una increible pista de patinaje, en la cual todo se mueve, pero a la vez está todo estático.
Las cosas pasan delate de mi como nuves en el cielo, dibujando formas que nunca llegan a ser reales, que siempre son un dibujo más, que tienta a la imaginación, pero que no se concreta. Y uno sigue imaginando... continuamente... y todo pasa...
En fin, al final no se si es mejor seguir caminando o tirarse a ver la vida pasar al borde del camino... y menos si alguien no te agarra la mano para ayudarte... y menos si todo se va desintegrando, y se hace más pequeño, y más pequeño hasta q u e d e s a p a r e c e . . .

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